Hacer deporte es mucho más que un medio para conseguir un buen cuerpo. De hecho, el ejercicio físico, en equilibrio con una buena alimentación, es la clave para sentirnos más vivos, más tenaces y, sobre todo, más saludables. Un ritmo de vida que solo es posible si tomamos conciencia de los beneficios que reporta en nuestra salud la práctica de ejercicio. Porque, más allá de rebajar los michelines o conseguir una figura esbelta, el deporte es también una manera de liberar hormonas, llenarnos de energía y, ¡atención!, tener una piel más tersa y sana.
Pare empezar, debemos desmontar el mito de que la pérdida de grasa y el aumento de la masa muscular son los únicos efectos del ejercicio. Rotundamente, no. La piel del rostro, siempre que se siga una correcta rutina cosmética, también agradece tus esfuerzos.
Por ejemplo, ahora está más de moda que nunca practicar deporte al aire libre. Una tendencia que se ha visto agudizada por las restricciones de la Covid-19, pero que nos ayuda a volver a los parques, las montañas, las zonas costeras. Y esto tu piel también lo agradece.
Siempre que puedas, el deporte mejor al aire libre. Así lo explica Pedro Catalá, cosmetólogo, doctor en Farmacia y fundador de Twelve Beauty: “Si tienes esta posibilidad, opta por ella, y si es en contacto con la naturaleza, mejor todavía para reducir aún más los niveles de estrés y ansiedad”. Está demostrado que al hacer deporte el cuerpo libera diversas hormonas como la serotonina y las endorfinas, que bloquean el estrés, “uno de los factores que afecta al aspecto de la piel, que se ve más opaca”, confirma Catalá.
¿Has notado alguna vez que al acabar de hacer deporte tu piel luce más radiante? Pues como todo, esto también tiene una base científica. Y es que, cuando te pones en marcha, el ejercicio lleva más sangre y oxígeno a las células de la piel. De este modo la piel se muestra más tersa y llena de vida.
¿Habías oído hablar del efecto sauna? Este se produce cuando, después de hacer ejercicio, el sudor arrastra la suciedad y las toxinas de la superficie de la piel. El resultado: una dermis más limpia y luminosa.
Por último, no es ninguna sorpresa que después de hacer algún ejercicio de cardio nuestra piel obtiene un tono rosado y un color más saludable. De hecho, es algo que debería pasar, ya que esto es a causa del aumento del oxígeno en sangre. Así que sí, es una realidad: el deporte mejora el tono y la luminosidad de tu piel.
¿Son ya razones suficientes para activarte y apostar por una vida en la que el deporte se sitúe en el centro? Tú cuerpo tiene siempre la última palabra. Date la oportunidad de hacer ejercicio al aire libre y verás como mejora tu piel y tu energía diaria.